martes, 1 de noviembre de 2016

¡¡A desayunar!!!

¿¿Qué desayunaste hoy??? Seguramente has escuchado miles de veces que el desayuno es la comida más importante del día, y aún así es elevadísimo el número de personas que omiten este tiempo de comida. Seguramente dirás: "no tengo tiempo", "no me da hambre", "no me cae"., pero ¿sabes qué es lo que realmente pasa en tu cuerpo?, veamos...
  • Toda la noche te la pasaste sin comer nada, como estabas en reposo durmiendo, la energía requerida es mínima, pero tu cuerpo sigue utilizándola...
  • Te despiertas por la mañana y empiezas a hacer actividades, desde bañarte, arreglarte, preparar almuerzos, llevar a tus hijos a la escuela, hacer quehaceres del hogar, irte a la oficina... todo esto consume energía, pero ¡NO TIENES PORQUE NO HAS COMIDO NADA!
  • Tu cuerpo tiene algunas reservas de glucosa (la fuente de energía de las células) en músculos e hígado, las cuáles se denominan glucógeno, sin embargo éste es limitado. Al terminarse, si sigues gastando energía sin comer, tu cuerpo sigue buscando otras fuentes como la grasa...
  • Entonces nuestras reservas de grasita empiezan a convertirse en energía (que es la razón principal de que estén ahí). Hasta aquí todo suena bonito y maravilloso, peeero ¡no lo es tanto! El cuerpo está super estresado porque se está gastando su "combustible" y parece que no te dignarás a comer, sabrá Dios en cuánto tiempo...
  • Así que se pone en marcha otro proceso que se llama "gluconeogénesis" el cual produce glucosa a partir de proteínas, o sea que nos estaremos devorando nuestros músculos para no gastar nuestras reservas de grasa, en caso de que sigas sin comer por mucho tiempo...
  • Después por fin se te ocurre comer algo, y como no quieres engordar comes una fruta y un yogurt light. El cuerpo toma esto como oro así que lo guarda celosamente, ¿por qué? porque lo has sometido a un estrés muy fuerte pensando que no iba a obtener energía en muchísimo tiempo, así que por muy "saludable" que sea tu almuerzo, se convertirá en grasa para reponer la que acaba de gastar para que pudieras hacer tus actividades matutinas y un poquito más, por si se te ocurre no comer en más tiempo. Si tu almuerzo es más pesado (entiéndase en mayor cantidad, grasoso y/o lleno de carbohidratos simples), almacenará esto en forma de grasa.
¡Pero eso no es todo! Supongamos que tu cuerpo requiere unas 1500 kcal (energía) para hacer tus actividades diarias sin tomar en cuenta el ejercicio que realices (que no es lo mismo que actividad física). Al someterlo a este estrés, entra en un estado que podemos llamarle "ahorro de energía" (como cuando desconectas tu laptop de la corriente eléctrica y la luz de la pantalla se atenúa para que dure más tiempo la batería), así que en vez de utilizar 1500 kcal hará lo mismo con 800, obviamente esto repercute en tu rendimiento físico y mental, pero lo más importante es que el desbalance de energía (o sea cada vez que consumas más de 800 kcal) provocará que te sea imposible bajar de peso, incluso sería muy fácil que lo ganes.

La clave no está en comer menos o quitar todos los alimentos de nuestra dieta hasta hacerla insípida y aburrida. ¡Al contrario! se trata de consumir todos los nutrientes que necesitas, en las cantidades adecuadas, con la frecuencia necesaria (comer cada 3 a 5 horas a excepción de tus horas de sueño), lo cual relaja mucho a tu cuerpo, produces menos cortisol (la hormona del estrés que te ayuda a acumular grasita abdominal), y mantienes un peso saludable sin mayor esfuerzo.

Así que ya sabes, al menos una fruta, yogurt o galletas de avena sin azúcar (que aportan glucosa y fibra) máximo una hora después de haberte levantado, puede hacer que tengas un mejor rendimiento en el día y dejes de subir de peso.

Entonces, ¿cuál es la comida más importante del día?


Lic. Nut. Angélica Almaguer Morales
Ced. Prof. 8144247
Ed. Delta 4to piso, cons 418
Av. De La Clínica 2520 Col. Sertoma, Monterrey, N.L.
e.mail: angie.la2m@gmail.com

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