lunes, 7 de abril de 2014

Vitamina A (retinoides)


Es necesaria para ayudar al crecimiento, reforzar la salud, en particular la visión nocturna., también es útil para favorecer la secreción mucosa, mantener los epitelios diferenciados y la reproducción.
Su ingestión excesiva NO favorece la agudeza visual. Sin embargo su carencia es la principal causa de ceguera no accidental.


Las formas activas de la vitamina A (retinol) llevan a cabo tres funciones básicas:
  • ·        Visión
  • ·        Crecimiento y desarrollo de tejidos
  • ·        Inmunidad


Vitamina A en los alimentos
Los retinoides se encuentran en hígado, pescado, aceites de pescado, leche enriquecida y huevos. La margarina se enriquece con vitamina A. Los carotenoides provitamina A se encuentran principalmente en verduras verde oscuro y amarillo naranja y en algunas frutas. Las zanahorias, espinacas y otras verduras verdes, calabacita de invierno, camote, brócoli, lechuga romana, melón, chabacano y duraznos son ejemplos de esas fuentes.


Recomendaciones
La recomendación es de 900 mcg para hombres adultos y 700 mcg para mujeres adultas. Casi todos los adultos tienen reservas hepáticas de vitamina A que son 3 a 5 veces mayores que sus requerimientos para proporcionar buena salud, por lo tanto no es necesario que se tomen suplementos.


Carencias
Se pueden observar en preescolares que no comen suficientes verduras. También en personas con síndrome de malabsorción de grasas graves como enfermedad celiaca, diarrea crónica, insuficiencia pancreática, enfermedad de Crohn, fibrosis quística, VIH y SIDA.


La ceguera nocturna es un síntoma temprano de deficiencia de vitamina A, además de que se deterioran las células que forman moco, la cual afecta a la cornea, que conserva la superficie ocular húmeda y elimina por lavado el polvo y otras partículas que se asientan en el ojo. Se deteriora el ojo como resultado de una invasión bacteriana. Se reseca el ojo lo cual ocasiona cicatrización.


Toxicidad
Los efectos de la toxicidad aguda son molestias gastrointestinales, cefalea, visión borrosa e incoordinación muscular. En la toxicidad crónica se presentan dolor óseo y muscular, pérdida del apetito, trastornos de la piel, cefalea, piel seca, perdida de pelo, daño hepático, doble visión, hemorragia, vómitos, fractura de cadera y coma.

La hipervitaminosis A puede causar aborto espontaneo o defectos del nacimiento.

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