La niacina actúa en reacciones metabólicas para producir
energía.
Puede encontrarse en alimentos como vitamina o como
triptófano.
Alrededor del 25% de la niacina proviene del pollo, carne,
pescado y aves de corral. Otro 11% se obtiene del pan y productos del pan. El
café y el té contribuyen un poco con la niacina de la dieta. La niacina es muy
termoestable y se pierde poco con el cocimiento, a diferencia de otras
vitaminas hidrosolubles. Las fuentes ricas de niacina son hongos, cebada de
trigo, atún y otros pescados, pollo, pavo, espárragos y cacahuates.
Los huevos y la leche carecen de niacina, sin embargo,
contienen triptófano en abundancia, por lo tanto, contribuyen de manera
indirecta con cantidades importantes de niacina.
Las poblaciones que consumen maíz como alimento principal
son propensas a una carencia de niacina llamada pelagra. El maíz es rico en
niacina que el arroz y la mayoría de las verduras, sin embargo se absorbe poco
porque no tiene proteínas.
La ración diaria recomendada de niacina es de 16 mg / día
para varones adultos y 14 mg / día para mujeres.
La carecia de niacina causa daño extenso en el cuerpo. Los
efectos se conocen como demencia, diarrea y dermatitis. De no
tratarse con éxito, esta enfermedad es causa de defunción. Los primeros
síntomas son disminución del apetito, pérdida de peso y debilidad.
El alto consumo de niacina puede disminuir el colesterol LDL
y aumentar el colesterol HDL. Cuando se combina con dieta, ejercicio y otros
fármacos hipocolesterolemisantes, las megadosis de niacina pueden retrasar e
incluso revertir la progresión de ateroesclerosis.
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